domingo, 13 de febrero de 2011

PRESENTACIÓN

Mientras con la ayuda de Amalía sigo traduciendo al griego moderno El lenguaje del Amor, me dispongo ya a darle forma al siguiente, Caracteres.


Es otra idea que me rondaba la cabeza desde hace unos años:



Y a punto he estado de desistir, porque acabé quemado con la anterior, pero ya he recuperado fuerzas, y me sentiría mal no dándole un formato audiovisual a un tema que, por muy árido que pueda antojárseles a los no filólogos, resulta fascinante.



De todos los inventos llevados a cabo por el hombre a lo largo de la historia, la escritura es sin duda el más revolucionario. Sin escritura no quedaría recuerdo de las cosas, no existiría organización de ningún tipo, no habría transacciones comerciales, ni contratos, ni matrimonios, ni familias, ni educación, ni calles, ni barrios, ni ciudades, ni países. No existiría la civilización.


¿Dónde y cuándo apareció ese invento? ¿Cómo evolucionó hasta convertirse en esto mismo que ahora estoy escribiendo y vosotros leyendo, es decir, en el alfabeto? De eso tratará el documental, ya que, después de pensarlo durante varios meses, he llegado a la conclusión de que no puedo circunscribirlo a una historia del alfabeto latino, ni del griego. En esa evolución no hay solución de continuidad, y nada se entiende sin el paso anterior. Dicho de otro modo: sólo puedo comenzar por la escritura jeroglífica egipcia y terminar en el alfabeto latino (y otros derivados del griego, como el cirílico o el copto):


Por tanto, me encuentro de nuevo ante una tarea faraónica, y nunca mejor dicho. Son tantos los puntos que se deben abordar, tanto el material que procesar (por suerte, ya lo he reunido, antes, durante y después del viaje de este verano), que el trabajo me llevará como mínimo hasta junio (o eso creo) y, por supuesto, necesitará una división en capítulos.

2 comentarios:

  1. Sólo se puede elogiar la idea.
    Gracias por embarcarte y zarpar: es el primer paso para llegar a cualquier Ítaca.

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  2. Gracias, Isaac. Como dice Kavafis, tal vez lo mejor sea la travesía, no la meta.

    Se agradecen aportaciones, como podrás imaginar. Seguro que estarás en condiciones de hacerlas, según vaya publicando entradas. El tema es muy técnico, así que me encontraré con numerosas dificultades.

    Un saludo.

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